Una alimentación equilibrada no se trata de hacer dieta, sino de cuidarse.
Cada plato debe ser variado: verduras, proteínas, grasas saludables y carbohidratos lentos.
La sencilla regla del «plato saludable»:
½ — verduras y frutas
¼ — proteínas (pescado, carne, legumbres)
¼ — cereales o pan integral
Pequeños pasos = grandes cambios para el organismo.